I. Dickens o Tuñón
Un punto cualquiera de la urdimbre moderna, uno cualquiera pero no demasiado céntrico, aunque sí muy transitado, ése es el escenario. Envueltos en grueso paño y, aún así, en frío, se apresuran, calle arriba, calle abajo, hombres de oficina, city gent, criadas, gruesas señoras con sus críos.
Con unos días ya de afeitado, con apenas unos meses, es evidente, de salido del presidio, un extravagante que reúne en su traje elementos desiguales, florido chaleco y zapatos descascarados, un cuello sucio y gastado, bowler hat, con todo arte e histrionismo, con todo aspaviento y plástica retórica, llama a los transeúntes, damas y caballeros. De cada diez, cuatro o seis al menos mirarán. Alguno se detendrá.Poco a poco se va formando la congregación. Tal vez un cómplice o dos se pararán en los contornos del grupo y como perros pastores, pero silenciosos, irán ejerciendo con sus cuerpos una pequeña presión para compactar la manada. El hombre de traje irregular dirige con rápido movimiento, con verbórrea, con gracia, agilidad, la atención de la improvisada 'taquilla' de aquí allá.
Una vez bien mezclado ya el grupo, ventrudos señores, una modistilla, niños bien nacidos, sonrosados, copetudas damas con algo de desconfiadas, bastante de altivas, muchísimo de mortalmente aburridas, una florista, un mozo, y los demás, entonces, una aparición: entre ellos, desordenado, grotesco, incongruente y, con todo, todavía invisible, un desabrigado garabato de niño.
Arte de magia al frente, ilusionismo. Un movimiento preciso e imperceptible, mejor y más medido que el del cirujano, roba a los niños una sonrisa, a las damas un gesto asombrado que se desdibuja rápidamente. El trashumante, el loco, el artista, los ha puesto frente a frente con lo nunca visto, desafiando los sentidos, la razón.
Arte de magia al fondo. Al romper de los aplausos, nunca visto, con un movimiento preciso e imperceptible, mejor y más medido que el del cirujano, el desabrigado garabato de niño roba a los señores ciudadanos de vistoso guardarropas, la cartera, la cadena, el reloj. Arte de magia, prestidigitación.II. Jarrett
Acaso todo el despliegue que le hemos visto haya sido sólo ilusionismo, distracción. Bien lo ha hecho. Nos ha dejado, bobos, pasmados. Es el Jarrett virtuoso, cuya mano está donde la vemos pero, nos dicen los sentidos, está en tres o cuatro lugares más. Un piano nunca oído, un desafío, casi, a la razón.
Hoy, un Jarrett finísimo, levísimo. La mano justa: Jarrett prestidigitador. Al escuchar este disco de baladas, no se cuide de su cartera, anillo o reloj, pero sí de su corazón.
KEITH JARRETT & CHARLIE HADEN - JASMINE - 2010
Hoy, un Jarrett finísimo, levísimo. La mano justa: Jarrett prestidigitador. Al escuchar este disco de baladas, no se cuide de su cartera, anillo o reloj, pero sí de su corazón.
KEITH JARRETT & CHARLIE HADEN - JASMINE - 2010
1. For all we know
2. Where can i go without you
3. No moon at all
2. Where can i go without you
3. No moon at all
4. One day I'll fly away
5. I'm gonna laugh you right out of my life
6. Body and solu
7. Goodbye
8. Don't ever leave me
Ellos son (dicho está)
Keith Jarrett: piano, ruidos extraños
Charlie Haden: contrabajo
Y te lo bajás de acá: http://www.mediafire.com/?1xhxh1ccmv197cd
Consejo final: conseguí una cita YA para poner este disco de fondo.
Ellos son (dicho está)
Keith Jarrett: piano, ruidos extraños
Charlie Haden: contrabajo
Y te lo bajás de acá: http://www.mediafire.com/?1xhxh1ccmv197cd
Consejo final: conseguí una cita YA para poner este disco de fondo.